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PUNTO DE PARTIDA

Cuando tenía 20 años, el hablar español era uno de mis sueños. Me fascinaba todo lo relacionado con este idioma: su sonido, ritmo, la manera en la que las personas se expresaban y su energía, y más aún la cultura que intuía se encontraba detrás de esos sonidos que no conseguía entender.

Toda esta pasión hizo que al cumplir 24 años tomase la decisión de mudarme a España y me dispusiese a cursar la carrera de Filología hispánica en la Universidad de Córdoba. Por aquel entonces, aún no sabía mucho español, pero ya que todo lo que se relacionaba con el español me hacía sentir tan feliz, tomé la decisión de dedicar mi vida a aprender español.

Hoy día, tras haber vivido años en España, cursar la carrera de Filología hispánica, y trabajar en la universidad de Vietnam como profesora, quiero seguir formándome mediante un Máster ELE.

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Creo que la decisión de haber estudiado Filología hispánica en España ha sido la mejor decisión de mi vida. No solo a nivel profesional, sino también por el impacto que tuvo y sigue teniendo en mi vida: Al aprender español descubrí que el intento de interiorizar un idioma no significa solo aprender gramática y vocabulario, sino que la misma gramática y el léxico influye en la forma de pensar del hablante.

Ya que la lengua está interrelacionada con un mundo y un grupo de hablantes determinados, al estudiarla se abren las puertas de una cultura, de un mundo literario, de unos hábitos humanos, de una sensibilidad lingüística propia y de otros elementos que se insertan en nuestra propia estructura mental.

Así el aprendiz llega a conocer otro ángulo de la realidad, y por tanto el aprendizaje de una lengua nos acaba aportando otra visión del mundo.

Siempre he sabido que me encanta estudiar español, pero tenía la duda de si enseñarlo me podría apasionar tanto como su aprendizaje. Y, de hecho, he podido descubrir durante mi experiencia en Vietnam que enseñar me gusta incluso más. Durante mi estancia en Vietnam, donde di clases de español en la Universidad de Ho Chi Minh, descubrí lo mucho que disfruto enseñando español.  El mero hecho de escuchar a mis alumnos hablando en español me hace feliz, y poder ayudarles en su camino hacia adelante, me produce una alegría inmensa.

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Para apoyar a los alumnos de forma eficaz y eficiente veo un desarrollo continuo del profesor necesario, y a través de este Master quiero ponerme en contacto con el ámbito de la investigación del ELE: Me gustaría explorar más enfoques, métodos y herramientas que conviertan el aula en un espacio imaginativo donde el alumno se encuentre automáticamente inmerso en el uso de la lengua, en una situación con significado propio y que esta además llena de energía y risa.

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